Empatía y Trastorno de Personalidad Limite: Controversias hacia la psicopatología basada en las neurociencias sociales. Replica
Sr. Editor:
La neurobiologia del trastorno de personalidad limite (TPL) es un área de investigación fascinante y en considerable crecimiento, reflejado en el volumen de publicaciones y la incorporación de nuevas técnicas de medición. El articulo de Matzke y cols, publicado despues del cierre de nuestra revisión, permite reconocer ciertos aspectos interesantes: El grupo TPL no mostró diferencias significativas en reconocimientos emocional global respecto del grupo de control. salvo en el caso del miedo. Otros estudios citados en la revisión utilizando metodologías y diseños experimentales similares, han sido descordantes en cuanto al rendimiento de este tipo de pacientes en prueba de reconocimiento de emociones. Fertuck y Cols y Lynch y Cols encontraron diferencias significativas apuntando a una mayor capacidad en el reconocimiento de emociones en el TPL. Lynch y Cols, utilizando la misma técnica de morphin ocupada por Matzke y Cols, encontraron que los pacientes con TPL reconocían las emociones en etapas mas tempranas de su expresión, sin importar el tipo o valencia emocional.
En el estudio de Matzke y Cols, los pacientes con TPL tendrian un mayor reconocimiento emocional del miedo. Este hallazgo es concordante con las evidencias neuro-anatomicas y neuro-funcionales presentadas en nuestro articulo, es decir, cambios volumetricos en la amígdala e hipocampo y una mayor reactividad de la amígdala. En relación a la mímica facial, el grupo TPL mostró mayor respuesta en el musculo corrugador superciliar al percibir rostros con ira, tristeza o disgusto, y una respuesta disminuida en el musculo elevador del labio superior al percibir rostros con alegría o sorpresa. Este punto es relevante ya que los gestos y mímica facial comandados por la musculatura facial, centrales para los procesos de comunicación no-verbal, dependen del nervio facial (VII par craneal) cuyo nucleo reside en el tronco enfalico, que se activa a partir de aferencias corticales y sub-corticales como la amígdala y la ínsula, es decir, tendría una regulación tanto por mecanismos explícitos -conscientes- como implícitos -fuera de la consciencia. por tanto, podríamos entender los cambios de la mímica facial del TPL como resultado de alteraciones en los mecanismos implícitos de intercambio afectivo y contagio emocional (constitutivos de la empatia afectiva, que usualmente funcionan fuera de la percatación cosciente), lo cual cuincide con los hallazgos de Dziobek y Col. Estos autores utilizaron el MET (multi-faceted empaty test), un test ecológico-practico que permite evaluar los rendimientos por separado de la empatía afectiva y cognitiva, ademas de resonancia magnética funcional. Las pacientes con TPL mostraron déficit en el rendimiento de ambos tipos de empatía. Durante las pruebas de empatía cognitiva, las pacientes mostraron menor actividad cerebral en giro y suculus temporal superior izquierdo (GTS/STS), área central para las funciones de empatia cognitiva y mentalización, habilidades que permiten atribuir y entender correctamente los estados mentales de los otros y que contribuyen para Peter Fonagy el deficit estructural principal en las psicopatologia del TPL. Durante las pruebas de empatía afectiva, las pacientes mostraron mayor actividad en la corteza insular central derecha, área central para los mecanismos de intercambio afectivo y contracio emocional. lo cual podría explicar en parte los cambios en la mímica facial del TPL. Esta perspectiva no es incompatible con la idea de que estos pacientes tendrían una hipervigilancia emocional, resultado de cambios en el sistema de contagio emocional, a la ves que alteraciones de la mentalización [...]
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